A finales del año 1981, Iron Maiden comenzó a gestarse como una de las bandas referentes del heavy metal mundial. Tras la publicación de sus dos primeros discos, Iron Maiden y Killers, la agrupación londinense gozaba de un buen estatus que se acrecentaría con el paso de los años. No obstante había un problema que podía estropear todas aquellas ilusiones por hacer a la banda mucho más grande: Paul Di'Anno. El cantante empezó a encontrar en el alcohol y en las drogas, la respuesta para paliar su estado de infelicidad y depresiones ante los numerosos conciertos que estaba empezando a realizar la banda. En más de un concierto salía al escenario en un estado lamentable y el resto de miembros (sobre todo el bajista y fundador del grupo, Steve Harris) llegaron a pensar que acabaría con la propia formación. La consecuencia, como no podía ser de otra manera, fue la expulsión del propio cantante. Inmediatamente la banda realizó audiciones para encontrar a un sustituto y poder preparar el material para el siguiente disco. Finalmente el elegido fue Bruce Dickinson, ex-vocalista de Samson. Samson era una banda de relativo éxito en el Reino Unido y con la cual llegaron a tener algunos problemas los miembros de Iron Maiden. Aunque al principio el manager del grupo, Rod Smallwood, se resiste a la contratación de Dickinson, finalmente acepta la proposición de Harris tras ver al vocalista durante un concierto de Samson en el Reading Festival, un mítico festival británico.
Con todo resuelto, la banda se pone manos a la obra para, entre finales de 1981 y principios de 1982, grabar los nuevos temas que compondrán The Number of the Beast. Una grabación no exenta de extraños sucesos, según la prensa británica, como el encendido y apagado de luces sin motivo alguno, rotura del equipo de grabación.....y el más sorprendente de todos: el accidente de coche del productor (sin consecuencias mortales), Martin Birch, contra un autobús lleno de monjas y el posterior pago de las reparaciones, cifrado en 666 £. Sorprendente o no, verdad o mentira, lo cierto es que con la publicación de su tercer álbum la banda consiguió la confirmación necesaria a nivel mundial. Consiguieron su primer número uno en unas listas (las británicas concretamente) y, desde entonces hasta hoy, la cifra de ventas se ha situado en unos 14.000.000 de copias mundiales. Una extensa gira por todo el globo terráqueo acabó por debilitar al batería Clive Burr, que abandonaría el grupo a finales del año 1982 y sería sustituído por el, desde entonces, batería Nicko McBrain. La leyenda de "la doncella de hierro" no había hecho más que comenzar.