lunes, 30 de enero de 2012
viernes, 27 de enero de 2012
Pink Floyd - The Dark Side of the Moon (1973)
El octavo álbum de estudio de la formación británica supuso su lanzamiento definitivo hacia el gran público después de una serie de discos con fuerte presencia experimental y con los que poder investigar y definir un sonido propio y original con respecto al del resto de bandas coetáneas. Desde su lanzamiento, la obra ha vendido cuarenta y cinco millones de copias alrededor del mundo, convirtiéndose en el tercer álbum más vendido de la historia (solamente superado por Thriller de Michael Jackson y Back in Black de AC/DC). La publicación de esta obra marcaría también el inicio por crear discos conceptuales (discos que giran en torno a una historia o un tema en concreto), en este caso para describirnos distintas situaciones que afectan al ser humano como la muerte, la vejez o la avaricia. Lo cierto es que la banda formada por Roger Waters (bajo y voz), David Gilmour (guitarra y voz), Richard Wright (teclados y voz) y Nick Mason (batería) consiguió poner a su octava obra discográfica en boca de todos los amantes, no sólo del rock sino de la música en general. El resto forma parte, con letras mayúsculas, de la historia del rock.
En cuanto al sonido de este álbum, se puede apreciar un cambio notorio con respecto a sus anteriores trabajos. Con su álbum debut (The Piper at the Gates of Dawn) comenzarían a ganarse una creciente fama en el Reino Unido, gracias a un sonido original y muy influenciado por la escena psicodélica de finales de los años 60. Tras la marcha de Syd Barrett (líder y uno de los fundadores del grupo), debida al excesivo consumo de sustancias estupefacientes, la banda reclutó al guitarrista David Gilmour y con él comenzaron a crear una serie de álbumes experimentales con los que poder investigar y evolucionar en su original propuesta musical. Así conseguirían sacar estupendos trabajos como A Saucerful of Secrets, Atom Heart Mother o Meddle. No obstante, el sonido en The Dark Side of the Moon se vuelve algo más accesible (que no comercial aunque las ventas digan lo contrario) para el oyente, con respecto a los anteriores trabajos de la banda, y cuenta con una producción mucho más cuidada.
En cuanto al sonido de este álbum, se puede apreciar un cambio notorio con respecto a sus anteriores trabajos. Con su álbum debut (The Piper at the Gates of Dawn) comenzarían a ganarse una creciente fama en el Reino Unido, gracias a un sonido original y muy influenciado por la escena psicodélica de finales de los años 60. Tras la marcha de Syd Barrett (líder y uno de los fundadores del grupo), debida al excesivo consumo de sustancias estupefacientes, la banda reclutó al guitarrista David Gilmour y con él comenzaron a crear una serie de álbumes experimentales con los que poder investigar y evolucionar en su original propuesta musical. Así conseguirían sacar estupendos trabajos como A Saucerful of Secrets, Atom Heart Mother o Meddle. No obstante, el sonido en The Dark Side of the Moon se vuelve algo más accesible (que no comercial aunque las ventas digan lo contrario) para el oyente, con respecto a los anteriores trabajos de la banda, y cuenta con una producción mucho más cuidada.
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