viernes, 6 de julio de 2012

Linkin Park - Living Things (2012)





Vuelven a escena los californianos tras apenas dos años desde la publicación de su último larga duración (A Thousand Suns). Los últimos años de la banda han sido una constante en la búsqueda de un sonido bastante alejado del nu metal que desarrollaron en sus primeros dos discos (Hybrid Theory y Meteora). Y es que Linkin Park comenzó siendo una banda referente en aquel movimiento musical de principios de la última década, un movimiento que combinaba influencias del metal, del rap y de la electrónica y ofreciendo temas simples, melódicos y potentes pero perfectos para las radiofórmulas de entonces. Tras la publicación del segundo álbum (Meteora), la banda se embarcó en una extensísima gira de conciertos y en un periodo de descanso posterior hasta que volvieron al estudio cuatro años después para publicar Minutes to Midnight, un tercer álbum en el que la banda comenzaba a distanciarse del sonido metalero de sus inicios para empezar a desarrollar un sonido mucho más cercano al pop y al rock alternativo con tintes electrónicos. Fueron muchos los seguidores que acusaron al grupo de haberse vendido, lo cierto es que ya desde sus inicios la formación era una banda hecha para el gran público (su primer álbum es todavía el debut más vendido de la pasada década con cerca de 30.000.000 de copias vendidas a nivel mundial) y el sonido nu metal estaba ya en decadencia. Con su cuarto disco de estudio (A Thousand Suns) la banda fue mucho más allá: el rock alternativo apenas existía y tomaron la decisión de realizar un álbum conceptual con la electrónica como género predominante en su sonido. A Thousand Suns suponía una ruptura total con su pasado y una búsqueda acelerada en un nuevo sonido. El resultado fue un disco disperso y en el que no se sentía apenas unidad entre sus temas, lleno de prescindibles y cortos intermedios entre algunos temas y un intento por querer abarcar varios estilos (aunque el predominante era el electrónico) pero sin un resultado del todo aceptable.
Tras esa experiencia que supuso crear A Thousand Suns, la banda ha decidido volver a sus orígenes. No obstante no han vuelto al sonido metalero de sus inicios, ni mucho menos. Han decidido plasmar toda su carrera en un disco mucho más sencillo y directo. La primera parte podría considerarse, en esencia que no en sonido, como una vuelta a la forma de hacer canciones de sus primeros dos discos. La segunda se remite a la experimentación y al uso del sonido más reciente de la formación. El álbum ofrece una mejor visión de Linkin Park en su primera parte: temas directos, unos más potentes que otros (aunque el calificativo de potente viene más agenciado a la electrónica que al rock), pero manteniendo más o menos la esencia de los californianos (la esencia, que no el sonido de antaño). En opinión de un humilde servidor, me gusta menos este sonido que realiza hoy en día la banda. No lo llego a considerar de mala calidad (salvo algún que otro tema de sus últimos años) pero está claro que han querido realizar una "evolución" demasiado acelerada, queriendo probar con varios estilos y no llegando a desarrollar todo su talento. Living Things, por tanto, es un álbum mejor desarrollado que A Thousand Suns e incluso que Minutes to Midnight, pero no termina de cuajar del todo y ofrece una primera parte bastante potable y una segunda en la que el nivel baja bastante. La banda ha ido de más a menos, en cuanto a calidad compositiva, y parece que ha recuperado algo de crédito con esta última entrega, pero lo cierto que es que pienso que podrían ofrecer algo más que lo que vienen ofreciendo en sus últimos tres discos. Veremos a ver lo que les sigue deparando el futuro.