Tras un largo periodo de separación, desde el año 2006 y en gran parte debido a la adicción que tuvo el cantante Justin Hawkins a las drogas con su posterior rehabilitación, los británicos The Darkness volvieron a reunirse el pasado año para comenzar una serie de conciertos antes de embarcarse en la grabación de su tercer álbum. 2005 fue el año de publicación de su último larga duración, One Way Ticket to Hell...and Back, un disco que supuso un pequeño paso atrás con respecto a su álbum debut, el exitoso Permission to Land, del cual se extrajeron temas como I Believe in a Thing Called Loved o Love Is Only a Feeling y que supuso un relanzamiento del hard rock en su sonido más setentero (AC/DC, Aerosmith, Queen, Led Zeppelin, Deep Purple o T-Rex, entre otros). Lo cierto es que el segundo trabajo no supuso el éxito del primero, ni siquiera las buenas expectativas que se esperaban de él. Con todo, la banda se embarcó en la gira de presentación del mismo y apenas duró un año ya que, como se ha comentado antes, Justin Hawkins comenzó una fase de enganche a las drogas de la que tardaría años en rehabilitarse.
La disolución de la banda, propició el nacimiento de otra (Stone Gods) con componentes de The Darkness, como su hermano Dan Hawkins o el sustituto de Justin, Richie Edwards, y con la grabación de un único álbum, el cual tuvo poco éxito. Poco tiempo después de la formación de Stone Gods, Justin Hawkins, ya rehabilitado prácticamente de su adicción a las drogas, forma la banda Hot Leg de la cual se publica también un único disco, pasando con más pena que gloria en las listas británicas. Finalmente, a finales del año 2010, surgen los rumores de una posible vuelta de la formación original de The Darkness para una serie de conciertos y un posible nuevo disco. Los rumores se hacen realidad a principios del 2011 y los miembros originales, con Justin Hawkins al frente, se reúnen para una serie de conciertos y con el planteamiento de publicar un nuevo trabajo para el año siguiente. Tras la vuelta a los escenarios, la banda se mete en el estudio del guitarrista y hermano de Justin, Dan Hawkins, para grabar éste que es su tercer trabajo.