viernes, 7 de septiembre de 2012

AC/DC - Back in Black (1980)

 
 
 
 
Año 1980. AC/DC son una de las grandes bandas de rock a nivel mundial. Surgidos en Australia a principios de la década de los setenta, con una formación en la que se incluían tanto músicos australianos como británicos (los hermanos Young, originarios de Escocia), su ascenso comienza en la segunda mitad de dicha década. Tras más de cinco años de éxitos el comienzo de la nueva década depara una tragedia que casi acaba con la propia banda: la muerte de su vocalista Bon Scott. El alma del grupo, junto con el guitarrista Angus Young, fallece el 19 de abril debido a una intoxicación etílica. Los rumores apuntan a un ahogamiento del cantante mientras vomitaba el alcohol ingerido durante una noche llena de excesos (años más tarde se afirmó que eso no era cierto). La noticia conmociona al mundo del rock y presenta al resto de la banda en un mar de dudas para continuar adelante con la formación. Mencionar, en relación con este suceso, que meses más tarde, dentro del mismo año, fallecerá otro rockero, en esta ocasión por aspiración de vómito: John Bonham, batería de Led Zeppelin.
Pocos meses después de la muerte de Scott, la banda decide continuar adelante con el proyecto y recluta a Brian Johnson, ex vocalista británico de la banda Geordie y uno de los cantantes que más gustaban a Bon Scott (casualidades de la vida). Con todos los miembros dispuestos a seguir adelante, la banda graba en un estudio de las Bahamas el que será su siguiente disco de estudio tras la publicación, un año antes, de Highway to Hell. La clara intención, desde el primer momento, es rendir un homenaje al fallecido Scott. El nuevo album es un éxito total al ser publicado, con cinco semanas seguidas liderando las listas de éxitos en Estados Unidos y manteniéndose en el Top 10 durante otras veinte semanas más (131 en el Top 40). Al año de su publicación ya había vendido 5.000.000 de copias sólo en Estados Unidos. Tras más de 30 años desde su salida, es uno de los tres discos más vendidos de la historia, junto con Thriller de Michael Jackson y The Dark Side of the Moon de Pink Floyd, superando los 50.000.000 de copias.
 

Lista de temas


Hells Bells (10) Suenan las campanas, llegadas desde el mismísimo infierno, en señal de duelo por Bon Scott para presentar un disco en sentido homenaje hacia él. Acto seguido un riff lamentoso de Angus Young se cuela en la mente y como el resto de los instrumentos van acompañándolo poco a poco hasta desembocar en un enorme y potente hard rock, marca de la casa australiana. El resto apenas ofrece novedades, salvo por la presentación de Brian Johnson como nuevo jefe a las cuerdas vocales. Espléndido, no solamente en este tema sino también en el resto del álbum. Como curiosidad, en referencia a este primer tema, decir que la banda encargó expresamente una campana a una fundición de la localidad inglesa de Loughborough para que se hiciese tocar durante esos primeros segundos. Al final lo que quedó grabado es el campanario de una iglesia ya que la campana encargada no estaba lista para la grabación del disco. El disco no puede tener mejor comienzo y Brian Johnson no puede tener mejor debut. Un debut soñado.

Shoot to Thrill (10) Si Hells Bells desprende potencia a un ritmo bastante moderado, Shoot to Thrill la ofrece en el sentido contrario. Está claro que a los hermanos Young les encanta la juerga, la fiesta, el desmadre, la diversión y todos los calificativos que se quieran poner para describir la intensidad con la que se vive este segundo corte de Back in Black. Te prende, te atrapa desde el primer instante, sin lugar a dudas, y te parte en pedazos hasta el final. Si alguién se había quedado con la duda en el primer tema de que Brian Johnson no es un buen y digno sustituto de Bon Scott, que se le quite ese pensamiento de la cabeza porque el amigo Brian vuelve a arrasar con todo lo que se le pone por delante. Que siga la fiesta.

What Do You Do for Money Honey (9,5) Golpes de platillos y riffs asesinos para machacar los oídos desde el principio. Todo va sobre ruedas ya que la banda sigue rockeando como nunca lo había hecho en su vida, pero es llegar al estribillo y entrar en una fase de adrenalina bestial gracias al timbre vocal que desprende nuevamente Brian Johnson. Apoteósico, sin lugar a dudas. ¿Sigues aún con vida? Pues prepárate porque todavía hay mucho más.

Given the Dog a Bone (8,5) Sin novedad en el frente, y es que AC/DC se han labrado una carrera escandalosa a base de temas que, si bien pecan de repetir bastante estructuras, son de extraordinaria calidad. En la cuarta pista cabe destacar un muy buen ritmo de bajo y guitarra inicial, otro riff que hace agitar la cabeza cual headbanger profesional y otro estribillo ladrado con maestría por Johnson. Ya no pueden quedar dudas de que el nuevo vocalista ha llegado para quedarse por mucho tiempo en la agrupación.

Let Me Put My Love into You (10) Tomamos un pequeño descanso después de tanta potencia, relajamos un poco el oído y nos introducimos en otro tema intenso pero a ritmo lento. El riff inicial es exquisito, suena fuerte, muy claro y te atrapa cual tela de araña. Ya no hay escapatoria porque la banda vuelve a subir los decibelios y Brian Johnson nos canta una letra llena de contenido explícito (el estribillo lo dice todo). Un ejemplo más de que en algunos álbumes siempre se encuentran temas que no tienen tanta repercusión como otros pero que sin embargo son auténticas joyas.

Back in Black (10) ¿Hay alguién que se precie de escuchar rock (a ser posible de buena calidad) que todavía no haya escuchado este tema? No me lo creo o no me lo quiero creer. Si hay dos temas fundamentales en la carrera de AC/DC, uno de ellos es éste y el otro es Highway to Hell. Estoy casi seguro que la gran mayoría de la gente que no escucha rock regularmente (y sin regularmente) conoce el nombre de la banda y al menos han escuchado una vez en su vida alguno de estos dos temas. El que nos ocupa en esta ocasión no necesita más presentación. Pasemos por tanto al siguiente corte.

You Shook Me All Night Long (10) El otro gran clásico de la banda, tras las archiconocidas Highway to Hell y Back in Black. Ritmo pegadizo y letra pegadiza para un tema que trata acerca de las aventuras amorosas de Brian Johnson con una hermosa mujer. El solo de guitarra es también uno de los más reconocidos, además de tratarse de un tema que desde su publicación no ha sido descartada para ningún concierto de la banda. Recomendable ver el videoclip oficial, con dos versiones oficiales separadas por seis años de diferencia. Sublime.

Have a Drink on Me (8) Alcohol, alcohol y más alcohol. A ritmo de puro rock and roll el grupo nos cuenta sus andanzas con las bebidas espirituosas. Todos los problemas se solucionan con un buen vaso con hielo y rellenado con whisky, ginebra o brandy. Todo vale para pasar un buen rato con la excusa de beber hasta acabar a cuatro patas. Nos vamos acercando al final.

Shake a Leg (8,5) Una canción cargada de pura adrenalina, intensificada aún más por el estupendo riff de guitarra y el ritmo que imprimen el resto de los componentes (destacando una vez más el bueno de Johnson). A estas alturas AC/DC no tiene nada que demostrar porque desde el comienzo han mantenido un nivel más que espectacular. Ya sólo falta poner la guinda a este enorme pastel.

Rock and Roll Ain't Noise Pollution (9) Para finalizar nada mejor que interpretar un género del que siempre han bebido los australianos de origen británico (excepto el batería Phil Rudd, que es australiano de nacimiento): un blues. El tema parece estar interpretado por la banda en un estado de embriaguez absoluta (cosa no extraña ya que a esta gente siempre le ha gustado la bebida) y la letra muestra una crítica al gobierno de Nueva Zelanda que había comparado la música de AC/DC como "una contaminación acústica". La respuesta no puede ser más clara y concisa: "Rock and Roll Ain't Noise Pollution" (el rock and roll no es contaminación acústica). Ahí queda eso.


CALIFICACIÓN: 9,5


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