viernes, 19 de abril de 2013

The Strokes - Comedown Machine (2013)





Los neoyorkinos  han vuelto relativamente pronto a la escena musical con su quinto disco de estudio, después de ver cómo su anterior larga duración (Angles, 2011) tardó en ver la luz seis años, en los cuales la banda estuvo parada y en donde pudimos comprobar los proyectos en solitario del vocalista Julian Casablancas, del guitarrista Albert Hammond, Jr. (hijo del compositor Albert Hammond), del bajista Nikolai Fraiture y del batería Fabrizio Moretti. The Strokes ya son una formación consolidada en la escena rock de la última década, sobre todo a raiz de la publicación de su primer álbum (Is This It, 2001), que los encumbró a nivel mundial con singles como Last Nite o Someday, practicando un garage rock de bastante influencia setentera pero añadiendo melodías de pop muy accesibles. Su segundo trabajo (Room on Fire, 2003) siguió en la línea del primero, acrecentando todavía más su estatus de banda de primera línea del rock mundial y con un single especialmente exitoso como fue Reptilia. El tercero de sus esfuerzos (First Impressions of Earth, 2006) no fue excesivamente bien recibido por la crítica y le costó a la banda el parón anteriormente citado que realizaron. Angles devolvió algo de prestigio a la banda tras varios años fuera de los escenarios aunque tampoco ayudó a alimentar mucho las esperanzas de volver a escuchar un nuevo trabajo al nivel de sus dos primeros.
Finalmente la banda no ha tardado más de dos años en ofrecernos su nuevo álbum, y para la ocasión ofrecieron un primer tema de forma gratuita (One Way Trigger), un tema en el que se puede apreciar un sonido mucho más enfocado al movimiento new wave, que surgió a finales de la década de los setenta como un derivado del punk aunque introduciendo elementos electrónicos que empezaban a coger fuerza en la escena musical por aquellos años. El primer single oficial es el segundo tema que aparece en este nuevo trabajo (All the Time) y que sigue la estela del sonido más clásico de la banda. Lo cierto es que la banda se ha embarcado en ofrecer una nueva propuesta, sin perder su propia personalidad, aunque el resultado sinceramente no haya sido tan bueno. The Strokes no han inventado nada nuevo, algo que hoy en día resulta bastante complicado, porque ya de hecho realizaban en sus inicios un rock directo y muy influenciado por la escena británica de finales de los sesenta y toda la década de los setenta, pero lo cierto es que su propuesta actual no termina de quedarles del todo bien enfocada. Aunque a estas alturas, y con un estatus reconocido, la formación puede permitirse ya el lujo de poder hacer lo que quieran.


Lista de temas


Tap Out (8) La primera pista nos traslada desde el primer instante a los años ochenta (y concretamente a influencias directas de Duran Duran o Blondie), ofreciendo la banda un muy buen comienzo en el que los toques electrónicos y funk no faltan a la cita. Un  estribillo efectivo a cargo de Casablancas, aderezado con falsete vocal y teclados de fondo, unido a una estupenda guitarra de Hammond ponen el clímax a la canción. Un notable tema para abrir la lata, con melodías elegantes y que entra perfectamente a la primera. Bien hecho.

All the Time (7) Se trata del primer single oficial elegido para este nuevo trabajo de los de Nueva York. Un tema más contundente y en la línea más clásica de la banda, aquella que se pudo apreciar muy especialmente en su álbum debut. Ciertamente el tema adolece de un estribillo desganado y que no termina de enganchar para ser un estilo que ellos dominan a la perfección pero que tampoco ofrece novedades al respecto.

One Way Trigger (6) Teclados nuevamente ochenteros, al más puro estilo de bandas como A-Ha (Take On Me viene a la mente de primeras), con líneas vocales de falsete y agudos que llegan casi a irritar a cargo de Casablancas. Tema bastante alejado de su sonido más clásico, sin demasiada historia y que supone uno de los puntos flojos de este quinto trabajo.

Welcome to Japan (7,5) Tras un pequeño bajón, parece que el disco toma un poco de respiro con el cuarto corte. De nuevo encontramos toques funk en las guitarras y un ritmo bastante bailable, que por momentos recuerdan recientemente a los Franz Ferdinand más fiesteros. En esta ocasión el estribillo se muestra más acertado, junto con un estupendo trabajo de Hammond a la guitarra. Destacable el momento de pausa y el correspondiente crescendo. Bastante escuchable.

80's Comedown Machine (6) Otro de los puntos flojos de este disco es este tema relajante y atmosférico, que al final acaba resultando muy monótono y sin apenas chicha de la que poder disfrutar. Un intento de realizar una pieza demasiado intimista, con un punto diferente a su sonido clásico pero que no termina de convencer precisamente por la excesiva monotonía.

50/50 (6,5) Un buen riff de inicio, acompañado de la guitarra rítmica y la sección rítmica (bajo y batería), nos introducen en un tema puramente punk. Casablancas vuelve a utilizar su lado más rockero y sucio para acrecentar todavía mucho más la intensidad de este tema. El corte resulta ser una de las pocas concesiones de la banda en este nuevo disco para sus antiguos fans. Pasable.

Slow Animals (7) Definitivamente el sonido empleado para este álbum es aquel que bebe directamente de los sonidos más pop-rockeros de los ochenta. La estructura nuevamente nos muestra a una banda intentando ser una buena copia de aquellas bandas ochenteras, que dominaban las pistas de baile con estribillos pegadizos y ritmos enganchables. Lo cierto es que el tema al final resulta salir bien parado.

Partners in Time (7,5) Uno de los mejores temas, con uno de los mejores estribillos. De hecho me parece el mejor tema tras el corte inicial. Los sonidos ochenteros siguen estando ahí, pero también se aprecia bastante bien el sonido original de la banda. Seguramente sea el tema que mejor sabe mezclar ese sonido clásico con la nueva dirección electrónica que ha tomado la agrupación. Nuevamente destacable el trabajo de Hammond a la guitarra.

Chances (6) Otro intento de balada pop ochentera, bastante asemejable a lo que han hecho The Killers con sus últimos dos trabajos en busca de un sonido puramente ochentero. El estribillo resulta poco entrañable, por mucho sentimiento que le pongan Casablancas junto a los sintetizadores y las guitarras. Mucho azúcar y nada de pimienta.

Happy Ending (6) Tema bailable y en la misma dirección de prácticamente todo el disco. Influencias new wave, con bastantes teclados y ritmos bailables de guitarra sutilmente ejecutados. Otro tema que pasa con más pena que gloria y que apenas consigue enganchar por la monotonía y la falta de originalidad.

Call It Fate, Call It Karma (6,5) Para finalizar la banda nos propone una balada que curiosamente consigue tratarse del único tema que no tiene influencia ochentera. Una relajante muestra de rhythm & blues evocando los años cuarenta y cincuenta., entonada por una voz con exceso de eco en el estribillo. Una forma agradable de despedir este nuevo álbum aunque algo insulsa por momentos.


CALIFICACIÓN: 6,5

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