viernes, 12 de julio de 2013

Coldplay - A Rush of Blood to the Head (2002)





Los inicios de la banda se remontan a 1996 cuando dos estudiantes de la universidad de Londes, Chris Martin (voz) y Jonny Buckland (guitarra), hacen amistad y se plantean la posibilidad de formar una banda. Pectoralz es el nombre escogido originalmente, siendo el bajista Guy Berryman y el batería Will Champion quienes se unen a la formación poco tiempo después. En 1997 deciden cambiar el nombre de la formación a Starfish para volver a cambiarlo en pocos meses al definitivo Coldplay. El que sería futuro teclista de la banda Keane, Tim Rice-Oxley, estuvo a punto de unirse a la banda pero finalmente decide continuar con Keane. La banda autoeditan su primer EP, llamado Safety en 1998 y del que editan quinientas copias, y más tarde firma un contrato con la discográfica independiende Fierce Panda con la que publican otro EP (Brothers & Sisters, 1999), grabado en tan sólo cuatro días. Una vez finalizados sus exámenes finales de la universidad, firman un contrato de cinco álbumes con la discográfica Parlophone (la misma de artistas como The Beatles,  Radiohead o Blur y perteneciente al grupo EMI). Antes de grabar su primer álbum, editan su futuro single Yellow y ofrecen una actuación en el festival de Glastonbury. La grabación de su primer larga duración (Parachutes, 2000) se produce inicialmente durante el verano de 1999 y se completa a finales de aquel año y principios del siguiente. El disco resulta ser todo un éxito en las islas británicas, llegando al primer puesto del ranking, y consiguiendo un premio Grammy al mejor álbum de rock alternativo.
Tras el enorme éxito conquistado en su tierra natal y una buena acogida en los Estados Unidos, se disponen a entrar en octubre de 2001 para grabar su segundo trabajo. A Rush of Blood to the Head vuelve a contar con Ken Nelson en la producción  y se publica a finales de agosto de 2002. Los propios miembros de la formación aseguran que el atentado contra las torres gemelas de Nueva York en septiembre de 2001 tuvo una importante influencia a la hora de enfocar el sonido y las letras del nuevo trabajo. Las letras se inspiran en la realidad del mundo y en la desesperación, pero con ciertos toques de ficción en los que hay un principio y un final como en los cuentos de hadas para que todo no sea de color negro. El título del disco también es una declaración de principios, 'hacer algo de forma impulsiva' en palabras del propio Martin. Se aprecia un mayor uso de las guitarras y del piano que en su predecesor, con baladas y temas acústicos, contribuyendo a que el disco sea todo un éxito a nivel mundial y sea nuevamente galardonada la banda con el premio Grammy a mejor álbum del año junto con el de mejor canción del año con el tema Clocks


Lista de temas


Politik (8,5) El tema va desarrollándose en una serie de pasajes intensos con golpes de batería y arreglos orquestales, y otros más relajantes con la voz de Martin y las delicadas notas de su piano. A medida que pasamos el ecuador de la canción, ésta se torna llena de belleza con un pasaje en el que la orquesta junto a la voz, el piano y la guitarra dibujan un paisaje magnífico. El bajo y la batería acompañan hasta el final y el tema se cierra con unos últimos segundos de teclado sintetizado.

In My Place (9,5) La batería comienza a marcar el ritmo y muy poco después la guitarra se marca un espléndido y delicadísimo riff que ya se ha convertido en todo un clásico de la banda. Un tema que engancha desde el primer instante, merced especialmente al riff comentado anteriormente pero también a las geniales melodías vocales y a la instrumentación de cuerda que suena ligeramente de fondo. Primer single del álbum y genial carta de presentación por tanto para este segundo trabajo de los británicos.

God Put a Smile upon Your Face (9) Una guitarra acústica nos introduce junto a la característica voz de Martin en otro tema que podría haber aparecido perfectamente en su anterior y primer disco (Parachutes, 2000). La intensidad se incrementa con el precioso estribillo, acrecentado por las nota de esa guitarra eléctrica tan acertada. Excelente tercer tema, elegido también como uno de los singles de presentación (cuarto y último para ser exactos).

The Scientist (10) El piano de Martin nos mete de lleno en otro de los grandes clásicos del grupo y por supuesto otro de los cuatro singles que conforman este álbum (segundo concretamente). Excelente trabajo vocal de Martin, de forma muy especial en este caso, muy bien cubierto por los arreglos orquestales y la guitarra acústica. La batería, el bajo y la guitarra eléctrica harán acto de presencia casi al final del tema para dar algo de intensidad al mismo, pero sin dejar de lado la delicadeza y la melancolía que desprende. Una joya.

Clocks (10) Como no hay tres sin cuatro, aquí llega el cuarto single de la banda (aunque por fecha de salida sea el tercero). Una maravilla marcada indiscutiblemente por el piano de Martin, protagonista absoluto de la canción con un riff también clásico de la agrupación y secundado brillantemente por la guitarra, el bajo y la batería. Cinco minutos que se hacen muy cortos, teniendo el cuenta el tempo que marcan desde el comienzo con el piano. Mágica.

Daylight (8) La sección de cuerda nos transporta a sonidos lejanos, recordando a algún pasaje instrumental propio de La India. La estructura es parecida a la de God Put a Smile upon Your Face, con un estribillo directo y melancólico que también nos hace recordar al del anteriormente mencionado tema. Muy armoniosa y con matices que le hacen ser una de las mejores de todo el disco, cerrando también una primera parte excelente.

Green Eyes (7) Con un aire muy cercano al del country americano, se trata de un medio tiempo acústico marcado prácticamente en su totalidad por la guitarra acústica y la voz de Martin. La guitarra, el bajo y la batería hacen un corto acto de presencia hacia el final para dar un poco más de vida a la canción. Notable pero no especialmente destacable.

Warning Sign (7,5) Gran trabajo de Buckland a las guitarras, demostrando uno de sus mejores momentos en el disco. Otro medio tiempo, suave y con un fondo muy emotivo. Sonido bastante cercano al del conjunto del Parachutes. El final de Martin, acompañados por su piano y Buckland a la guitarra, cierran este octavo corte de forma estupenda.

A Whisper (7) Corte de ambiente oscuro, con un sonido muy cercano al de los primeros Pink Floyd de Syd Barrett y en el que la voz de Martin no se aprecia con claridad por los constantes guitarreos de Buckland y los golpes de la sección rítmica a cargo de Champion y Berryman. Una canción no muy del estilo Coldplay pero que no desentona del todo.

A Rush of Blood to the Head (8) De nuevo nos encontramos con otro medio tiempo en el que se alternan las partes acústicas con las más intensas con todos los instrumentos tocando. Emotividad a raudales, con un estribillo muy melancólico y sentimental. Las guitarras vuelven a sonar con fuerza en muchas partes del tema, acrecentándose especialmente durante el estribillo. Uno de los temas tapados pero que resulta ser de una calidad muy buena.

Amsterdam (9) El final llega con esta canción lenta e intimista, iniciada nuevamente por el piano de Martin y seguida por su suave voz. Los coros durante el estribillo agudizan más la melancolía y el sentimiento que presenta el tema. El piano ocupa la mayor parte del protagonismo (como ocurría en Clocks), y casi llegando a los cuatro minutos de duración aparece un órgano a modo de unión con la parte final en la que la guitarra, el bajo y la batería acompañan a Martin de manera apoteósica.


CALIFICACIÓN: 8,5

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