viernes, 12 de octubre de 2012

Muse - The 2nd Law (2012)





Suele llegar el momento en el que cuando una banda quiere acercar su música al gran público debe pagar un precio alto por ello, casi siempre teniendo consecuencias directas en su propia música y por consiguiente en la personalidad que caracterizaba al grupo hasta ese momento, haciendo una música que contente a la mayoría del público para coseguir más fama y mayores beneficios económicos. Ejemplos como los de Queen (con la publicación de su disco Hot Space), Genesis (con discos como Invisible Touch o I Can't Dance) o Metallica (llegando al gran público con su Black Album) son solamente algunas muestras de cambio en el sonido de una banda para conseguir captar la atención del público mayoritario (conocido popularmente como mainstream). A pesar de todo ello, el cambio no tiene por qué implicar necesariamente una mala calidad en las composiciones, pero generalmente suele producir una pérdida en la misma con respecto a las anteriores obras. Hoy en día se siguen produciendo casos de este tipo, y la novedad más reciente es la de Muse. La banda que sorprendió a medio mundo con su segundo trabajo (Origin of Symmetry, 2002), tras un álbum debut (Showbiz, 1999) que recibió críticas por tener un sonido demasiado cercano al de Radiohead, ha ido poco a poco consiguiendo una mayor respuesta del público mainstream. Con Black Holes & Revelations la formación se íba acercando peligrosamente a los brazos de aquellos ambientes, con The Resistance parecía llegar el momento de la unión definitiva, y esa unión finalmente se ha hecho realidad con su último trabajo: The 2nd Law.
The 2nd Law es el sexto larga duración de la banda de Teignmouth (Inglaterra) y ciertamente supone un cambio en el sonido de la banda bastante notable. La principal característica de este disco es que en su mayor parte no suena a Muse, o al menos no da la sensación de estar escuchando temas que desprendan la personalidad con la que Muse estaba acostumbrando en sus anteriores discos (con alguna pequeña excepción). En el álbum la banda parece decidida a realizar un disco de covers, más que un disco en el que traten de ofrecer algo al menos con una mínima originalidad. Casi todos los temas parecen estar realizados como un corta y pega de temas de otros artistas (salvo en un par de excepciones), intentando acercar algunas al sonido Muse pero sin sonar definitivamente a Muse. A favor del grupo he de decir que ejecutan los temas con la maestría que les caracteriza pero en detrimento del nivel compositivo de la mayoría de ellos. ¿Eso es bueno o es malo? Se suele decir que hay momentos en los que las bandas pueden llegar a realizar lo que les apetezca porque ya tienen un estatus alcanzado para hacerlo. Lo cierto es que eso puede ser cierto, pero una cosa es esa afirmación y otra es la pérdida de personalidad. Creo que la personalidad es algo fundamental en un artista, la evolución me parece indispensable para muchas bandas, pero siempre que se haga con naturalidad y nunca a cualquier precio.


Lista de temas


Supremacy (7,5) De entrada nos encontramos con un riff metálico y rasgado, muy bien acompañado de las primeras notas de los intrumentos de viento. El tema enseguida desemboca en una sinfonía rockera, en donde la orquesta acompaña perfectamente a la banda, dando un aire épico a la composición. Las primeras estrofas de Bellamy son ejecutadas con misticismo, mientras que los timbales, los golpes de las cajas y los intrumentos de cuerda ayudan todavía más a dar esa sensación hasta que el propio Bellamy estalla con el primer falsete, volviendo al comienzo de la primera parte. Un pequeño de guitarra entra en escena y la canción vuelve a desarrollarse con la parte lenta. Un puente de guitarra eléctrica a ritmo vertiginoso junto al bajo y la batería sirven para dar entrada al último estribillo. ¿Un cruce entre Kashmir de Led Zeppelin y el tema principal para una película de James Bond? Para nada descabellado. Muy buen comienzo. ¿Será un buen presentimiento de cara al resto del disco? Sigamos.

Madness (7) El primer single de este nuevo trabajo de los británicos fue presentado semanas antes de lanzarse al mercado. Un tema que parece confirmar todavía más la apuesta de la banda por los sonidos electrónicos. El desarrollo me parece bastante lento, tardando en llegar a romperse y sonando en muy buena parte a George Michael realizando un tema lento electrónico. Tras los primeros dos minutos y medio, la canción parece tomar una nueva dirección, con un solo de guitarra al más puro estilo Brian May y un desarrollo calcado al de la primera parte pero tocado con una mayor intensidad (y con un sabor a U2 bastante considerable). Buen tema a pesar de que peca de ser monótono y de tardar bastante en romper aguas. Podría haber sido mejor aprovechado.

Panic Station (7,5) El bajo de Wolstenhome nos pone en sintonía con una canción que presenta una novedad en el sonido Muse: el funk. Y es que Panic Station nos ofrece un cruce entre Queen (ese bajo inicial recuerda a Another One Bites the Dust de Queen) y Stevie Wonder (de hecho las secciones de viento metal fueron realizadas por los mismos músicos que participaron en el álbum Superstition). El ritmo que se imprime durante toda la canción es realmente pegadizo, sobre todo con la llegada del pegajoso (y nunca mejor dicho) estribillo. Es un tema que nos muestra a unos Muse con otra faceta, alejada de lo que venían desarrollando hasta ahora, pero demostrando que lo pueden hacer bien. Con sucesivas escuchas acaba entrando bastante bien, siempre teniendo en cuenta que nos vamos a encontrar con otro sonido diferente al de la banda. Huele a single.

Prelude (8) La cuarta pista es instrumental y sirve de introducción para el siguiente tema. Una pequeña y muy melódica intro orquestal, en donde la sección de cuerda cobra todo el protagonismo, siendo bien acompañado por el piano en su primera parte y por pequelos golpes de timbales. Nada mal para dar paso a Survival.

Survival (8) El tema principal de los pasados juegos olímpicos de Londres se inicia con unas ligeras notas de piano, pequeños chasqueos de dedos y líneas vocales que recuerdan a los Queen más operísticos. Durante el primer minuto el tema va desarrollándose de manera tranquila hasta que un primer y poderoso solo de guitarra (nuevamente recordando al mejor Brian May) hace su entrada, mientras los coros de mujeres y hombres ayudan a dar mayor intensidad y un tono épico a la pista. La segunda parte es una demostración del talento de Bellamy con su guitarra, ejecutando riffs y solos magistrales. El falsete final cierra este estupendo quinto tema.

Follow Me (6,5) Nuevo encuentro de la banda con la electrónica. La introducción va creciendo poco a poco y recuerda por momentos a Take a Bow, de su cuarto disco (Black Holes & Revelations, 2006), con esos soniditos electrónicos que van acompañando a Bellamy. Con la llegada del estribillo, y de su correspondiente base electrónica (punto negativo para mi gusto), llegamos al momento de mayor intensidad. La influencia de bandas synthpop como Depeche Mode o Ultrabox es evidente, pero mostrando todavía un toque más actual. Los últimos segundos desprenden aires épicos y de mejores sensaciones generales. Tema cercano al suficiente pero que se queda finalmente en un bien raspado.

Animals (8,5) Notas delicadas de piano, batería y bajo bien marcados, Bellamy entonando las primeras estrofas con un característico timbre que recuerda al de sus primeros años, puntiagudas y suaves notas de guitarra. ¿Estoy soñando o lo que estoy escuchando a los primeros Muse? De soñar nada, al contrario, estoy ante la mejor pieza de todo el disco. El regusto a Radiohead es más que evidente, pero es que también lo era en Showbiz y Origin of Symmetry (sobre todo en el primero). El tema va aumentando poco a poco en intensidad hasta explotar tras la ejecución de un apabullante riff y un aumento en el ritmo de la batería y el bajo. El final podría ser más intenso pero queda bien de todas formas, de otra manera creo que sería un tema excelente. Creo que muchos sabemos que será difícil que Muse vuelvan a realizar discos con un sonido cercano al de sus primeros discos, pero mientras sigan realizando temas que recuerden lo que fueron un día, bienvenidos sean, mucho más todavía si son de la calidad de éste.

Explorers (7) ¿Una balada a piano? No parece nada raro ya que Muse han utilizado el piano en muchas ocasiones a lo largo de su carrera, y además han realizado algunas baladas y temas suaves con buenos resultados (eso sí, ninguna creo que haya llegado al nivel de la preciosa Unintended, de su primer álbum). En esta ocasión la balada recuerda excesivamente a cualquier otra realizada por los también británicos Keane, con la puntualización de que a estos últimos les queda mejor ese tipo de sonido. Sí que es cierto que la mayor parte de la melodía me recuerda a su tema Invincible (Black Holes & Revelations, 2006) pero siendo mucho más melosa y sentimental. Bonita pero no muy destacable.

Big Freeze (7,5) ¿Pero qué demonios?, ¿acaso se han filtrado Bono y sus compañeros en el disco? Si no fuese por la voz de Bellamy, este tema podría pasar por uno de U2 perfectamente. También puedo apreciar pequeñas dosis de David Bowie, pero mayormente de la banda de Dublín. Arpegios alegres de guitarra, sintetizador y falsetes no faltan, como tampoco lo hace el solo de guitarra, nuevamente marca de la casa Brian May (desde luego esta gente está empeñada en ser los Queen del siglo XXI). ¿El mejor tema de esta segunda parte? Ya lo creo que sí.

Save Me (6) ¿Se ha cansado Bellamy de cantar? No, simplemente se toma un respiro y deja su lugar al bajista Wolstenholme para que interprete, por primera vez en la historia de la banda, no uno, sino dos temas. En esta ocasión volvemos a contar con una nueva balada, bien interpretada vocalmente por Chris pero que adolece de ser algo monótona y por tanto de hacerse un pelín pesada. Buenos momentos a la batería por parte de Howard y bonitos arreglos de guitarra.

Liquid State (5) Segundo tema interpretado por Wolstenholme. Si el anterior se trataba de una balada, ahora toca el lado contrario: un corte rockero intenso. ¿Defectos? El más importante: me da la sensación de ser un tema hecho a toda prisa, para rellenar con total simplicidad el álbum y pasando con más pena que gloria. Lo más destacable que puedo encontrar en la línea de bajo, sin lugar a dudas, pero por lo demás me parece un tema bien simplón. Un quiero y no puedo.

The 2nd Law: Unsustainable (6) En The Resistance teníamos una sinfonía dividida en tres partes que resultó parecerme más floja de lo que esperaba, aunque demostrando finalmente un muy buen nivel. Para esta ocasión la banda (y en este caso el propio Bellamy) ha decidido volver a realizar un tema final divido en partes diferentes pero mostrando elementos en común. La primera comienza de manera orquestal, con la sección de viento y el coro ambientando el ambiente (valga la redundancia). Poco más tarde una voz femenina comienza a desengranar los problemas económicos del mundo, en modo presentadora de los informativos, y de repente: sorpresón. La guitarra de Bellamy comienza a desarrollar líneas muy cercanas al dubsted (ese estilo electrónico que tanto parece estar de moda hoy en día). La parte intermedia, en la que la batería y el bajo se unen junto a la sección de cuerda, es una demostración del poderío vocal de Bellamy (y eso que solamente realiza lamentos). La parte final no ofrece variaciones: voz femenina y mismas líneas de dubsted con la guitarra. Pura experimentalidad que sin embargo no termina de convencerme mucho.

The 2nd Law: Isolated System (6,5) La segunda parte comienza con una notas de piano que me recuerdan excesivamente a Tubular Bells de Mike Oldfield (nuevamente la banda parece empeñada en querer sonar más a otros artistas que a ellos mismos) y que van desarrollándose junto a bases y sonidos electrónicos. Los violines hacen acto de presencia mientras suenan de fondo sonidos humanos (incluído el de la presentadora que aparecía en la primera parte) realizando comentarios sobre la situación del sistema mundial. El tema gana en intensidad hacia el final del mismo, pero resulta algo monótono y con la sensación de no terminar de romper en algún momento. Mejor que la primera parte pero sin demostrar gran cosa.


CALIFICACIÓN: 7

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