viernes, 21 de diciembre de 2012

Deftones - Koi No Yokan (2012)


 
 
 
A diferencia de la mayoría de la bandas que aparecieron a finales de los noventa y principios del 2000, con el llamado movimiento nu metal, Deftones surgieron como una formación que parecía tener algo bien diferente al resto. Algo que desmarca a las buenas de las grandes bandas en cuanto a lo estrictamente musical se refiere, no en términos en ventas o popularidad. La banda de Sacramento nace a finales de la década de los ochenta pero su primer álbum de estudio (Adrenaline) no es publicado hasta el año 1995. Con un sonido puramente nu metal consiguen hacerse un hueco en la escana y comenzar a cosechar éxitos, aunque algo alejados del nivel comercial que tenían grupos como Korn, Linkin Park o Limp Bizkit, de pronto surge un cambio en el sonido de la banda que los llevará a cosechar todavía mayor éxito. Es a partir de la publicación de su obra magna, White Pony (2000), cuando la banda comienza poco a poco a desmarcarse del sonido nu metal, que empezaba también a tener los días contados, y apostar por sonidos todavía más atmosféricos, etéreos y experimentales. El alma del grupo es sin duda Chino Moreno, su vocalista, capaz de alternar voces melancólicas y evocadoras con otras mucho más potentes y desgarradoras.
Tras seis discos de estudio, surge el sucesor de Diamond Eyes (2010). Con esta séptima obra en la carrera discográfica de los americanos la banda sigue mostrando encontrarse en un muy buen momento de forma. Sergio Vega continúa por segunda vez al frente del bajo, tras sustituir a Chi Cheng que entró en coma en el año 2008, aunque en estos momentos se encuentra en estado parcialmente consciente pero sin poder moverse o articular palabra alguna. La madurez de la banda se encuentra en su plenitud, continuando, al igual que con Diamond Eyes, por la creación de pasajes atmosféricos muy densos y llenos de un caracter muy evocador, todo ello sin perder la esencia y la dureza de sus primeros discos aunque en un tono más liviano. A modo de anécdota, recalcar que el título del álbum proviene de la expresión japonesa Koi No Yokan, que vendría a ser una expresión utilizada para describir el amor a primera vista o, de forma más coloquial, flechazo. Precisamente la banda busca con este disco dar a entender que siempre hay una chica diferente al resto que merece la pena encontrar, de esas que no buscan seguir estereotipos ni modas y que tienen una fuerte personalidad. Deftones son iguales en ese sentido, hay muchas bandas que suenan igual a otras, ellos sin embargo buscan la diferenciación, que es lo que al fin y al cabo distingue a una banda buena de una excelente.
 

viernes, 7 de diciembre de 2012

Frank Zappa - Hot Rats (1969)

 
 
 
 
El pasado martes, día 4 de diciembre, se cumplió el decimonoveno aniversario de la muerte de uno de los artistas más polifacéticos y excéntricos que el mundo del rock ha dado en toda su historia: Frank Zappa. Este compositor estadounidense es una de las figuras más sobresalientes, surgidas durante los años sesenta y con una carrera musical de más de treinta años a sus espaldas hasta el día de su fallecimiento. Un artista con una formación musical bastante tradicional, centrada sobre todo en la música clásica y el jazz, que supo adaptar perfectamente a las raíces más puras del rock. La música no fue su única dedicación, también fue director y productor de cine y videoclips, productor musical e incluso dibujante, especializándose en portadas de álbumes. Por tanto el calificativo de polifacético está más que justificado con las múltiples tareas que llevó a cabo a lo largo de su carrera. En su adolescencia, mientras tocaba la batería (cambiándola después por la guitarra) en algunas bandas de  rhythm and blues, comenzó a escribir composiciones clásicas, muy influenciadas sobre todo por Igor Stravinsky, uno de sus compositores preferidos. También su gusto por el blues, el jazz y el avant-garde supusieron para él una forma de ver la música, concebiendo la improvisación y la originalidad como puntos de partida a la hora de crear sus temas.
Hot Rats es el álbum debut de Zappa en solitario, tras unos cuantos con su primera banda de cierta importancia: The Mothers of Invention. Para grabarlo convoca a unos cuantos músicos de estudio y la participación de Captain Beefheart, vocalista de la banda estadounidense The Magic Band. Es uno de los primeros discos grabados con un 16 pistas, algo bastante revolucionario por aquellos años (hasta entonces se utilizaban 4 u 8 pistas en las grabaciones). Hot Rats bien puede ser considerado como un álbum precursor del rock progresivo que florecería en los últimos años de la década de los sesenta y los primeros de la de los setenta. No en vano, en 1969 se publica el considerado hoy en día como primer álbum del citado subgénero rockero (In the Court of the Crimson King de King Crimson), y lo más sorprendente todavía es que tanto este último como Hot Rats se publican exactamente el mismo día. Aunque ambos trabajos puedan tener muchos elementos en común (principalmente relacionados con el jazz), se diferencian con una cierta claridad en cuanto al resultado final. Zappa despega en solitario con este trabajo y consigue un importante éxito en el Reino Unido y en Europa, aunque no en su propio país de origen y en cualquier caso todavía a un nivel underground. Este punto de partida en solitario constituye el inicio de uno de los más influyentes y originales guitarristas del rock.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Soundgarden - King Animal (2012)

 
 


Las reuniones de bandas, tras varios años sin pisar los escenarios o grabar un nuevo álbum, siempre han estado a la orden del día en el mundo del rock. Hace dos años se produjo la última de mayor impacto a nivel mundial (posiblemente junto con la vuelta de System of a Down para una serie de conciertos este mismo año): el retorno de una de las formaciones más aclamadas del grunge: Soundgarden. El grupo se había formado en el año 1984 y en 1988 ya habían publicado su primer disco de estudio (Ultramega OK), comenzando una carrera que sería bastante productiva durante la primera mitad de la década de los noventa. En 1991 publican Badmotorfinger, un disco éxitoso pero relegado a un segundo plano por Nevermind de Nirvana y Ten de Pearl Jam. Es con Superunknown (1994) cuando la banda consigue su mayor éxito a nivel mundial. Un disco oscuro en cuanto a sonido pero a la vez accesible para las masa popular de aquellos años. Finalmente la banda decide separarse por diferencias musicales en el año 1997, con su líder Chris Cornell juntándose junto a miembros de Rage Against the Machine para formar la agrupación Audioslave (cuyo álbum debut fue reseñado en este blog) y con el resto de miembros (el batería Matt Cameron, el guitarrista Kim Thayil y el bajista Ben Shepherd) realizando trabajos para otras bandas o artistas en solitario.
Tras trece años sin volver a pisar un escenario juntos, el grupo decide volver para un concierto de reunión en verano de 2010 en el popular festival americano de Lollapalooza. Esa vuelta no acaba con aquel concierto sino que durante el pasado año de 2011 la banda realiza una extensa gira veraniega (con parada incluída en nuestro país) y preparando material para un nuevo disco, tras más de dieciséis años sin hacerlo. Finalmente nos ha llegado el tan esperado (para unos cuantos) nuevo trabajo de la banda. Un disco que en conjunto ofrece un sonido más limpio que el que solía ofrece la banda en sus primeros años, aunque ese sonido sucio y pesado se sigue manteniendo en algún que otro nuevo tema. Evidentemente la banda es muy complicado que vuelva a ofrecer material de tan gran calidad como antaño, pero la profesionalidad es algo que a estas alturas se suele valorar más que el contenido de las canciones. No en vano, las bandas se vuelven a reunir más por el parné que por querer realmente volver a los escenarios. No obstante se agradece el retorno de una de las mejores bandas de rock de los noventa.

viernes, 9 de noviembre de 2012

The Rolling Stones - Sticky Fingers (1971)

 
 
 
 
Cumplir cincuenta años en el mundo de la música no está al alcance de muchas bandas, unas porque han sufrido una separación definitiva o temporal tras años dedicándose al mundo y otras porque directamente tuvieron una etapa muy efímera (lo que siempre me ha gustado definir como simples modas pasajeras). Por todo ello, es digno y aplaudible ver a una banda como The Rolling Stones seguir al pie del cañón tras cinco décadas de carrera musical. Cinco décadas en las que se han producido cambios en la formación (aunque tampoco muchos) pero siempre manteniendo su propia esencia, adaptada a cada nueva década. En julio de este año que nos ocupa cumplieron el cincuenta aniversario de su primer concierto oficial, en el afamado club Marquee de la capital londinense, y el comienzo de una carrera meteórica en la que han producido veinticuatro discos de estudios durante estas cinco décadas. Solamente tres miembros se mantienen permanentes desde el comienzo: el vocalista Mick Jagger, el guitarrista Keith Richards y el batería Charlie Watts.
El álbum que nos ocupa en esta ocasión se trata del undécimo en la carrera discográfica de la banda. Tras una serie de primeros discos en los que enfocaban su música en torno al pop, la psicodelia y el rock and roll americano; comenzará una etapa de total consolidación mundial con la publicación de cuatro grandes discos de manera consecutiva: Beggar's Banquet (1968), Let It Bleed (1969), Sticky Fingers (1971) y Exile on Main St. (1972). Sticky Fingers sería el segundo álbum que realizaría la banda junto al guitarrista Mick Taylor, tras Let It Bleed sustituyendo al guitarrista (y multi-instrumentista) Brian Jones que murió en 1969 a causa de ahogamiento en su propia piscina, según el informe oficial (aunque se ha llegado a especular con asesinato). Difícil nombrar el mejor álbum de la banda, durante esos cuatro años tuvieron la mejor etapa de su vida en cuanto a creatividad, por lo que es bastante complicado decantarse por sólo uno. Lo cierto es que Sticky Fingers fue un disco esencial para el lanzamiento a nivel mundial de la agrupación. La portada del disco fue encargada al artista Andy Warhol y por primera vez aparece el famoso logotipo de la lengua, la seña de identidad por excelencia del grupo.
 

viernes, 12 de octubre de 2012

Muse - The 2nd Law (2012)





Suele llegar el momento en el que cuando una banda quiere acercar su música al gran público debe pagar un precio alto por ello, casi siempre teniendo consecuencias directas en su propia música y por consiguiente en la personalidad que caracterizaba al grupo hasta ese momento, haciendo una música que contente a la mayoría del público para coseguir más fama y mayores beneficios económicos. Ejemplos como los de Queen (con la publicación de su disco Hot Space), Genesis (con discos como Invisible Touch o I Can't Dance) o Metallica (llegando al gran público con su Black Album) son solamente algunas muestras de cambio en el sonido de una banda para conseguir captar la atención del público mayoritario (conocido popularmente como mainstream). A pesar de todo ello, el cambio no tiene por qué implicar necesariamente una mala calidad en las composiciones, pero generalmente suele producir una pérdida en la misma con respecto a las anteriores obras. Hoy en día se siguen produciendo casos de este tipo, y la novedad más reciente es la de Muse. La banda que sorprendió a medio mundo con su segundo trabajo (Origin of Symmetry, 2002), tras un álbum debut (Showbiz, 1999) que recibió críticas por tener un sonido demasiado cercano al de Radiohead, ha ido poco a poco consiguiendo una mayor respuesta del público mainstream. Con Black Holes & Revelations la formación se íba acercando peligrosamente a los brazos de aquellos ambientes, con The Resistance parecía llegar el momento de la unión definitiva, y esa unión finalmente se ha hecho realidad con su último trabajo: The 2nd Law.
The 2nd Law es el sexto larga duración de la banda de Teignmouth (Inglaterra) y ciertamente supone un cambio en el sonido de la banda bastante notable. La principal característica de este disco es que en su mayor parte no suena a Muse, o al menos no da la sensación de estar escuchando temas que desprendan la personalidad con la que Muse estaba acostumbrando en sus anteriores discos (con alguna pequeña excepción). En el álbum la banda parece decidida a realizar un disco de covers, más que un disco en el que traten de ofrecer algo al menos con una mínima originalidad. Casi todos los temas parecen estar realizados como un corta y pega de temas de otros artistas (salvo en un par de excepciones), intentando acercar algunas al sonido Muse pero sin sonar definitivamente a Muse. A favor del grupo he de decir que ejecutan los temas con la maestría que les caracteriza pero en detrimento del nivel compositivo de la mayoría de ellos. ¿Eso es bueno o es malo? Se suele decir que hay momentos en los que las bandas pueden llegar a realizar lo que les apetezca porque ya tienen un estatus alcanzado para hacerlo. Lo cierto es que eso puede ser cierto, pero una cosa es esa afirmación y otra es la pérdida de personalidad. Creo que la personalidad es algo fundamental en un artista, la evolución me parece indispensable para muchas bandas, pero siempre que se haga con naturalidad y nunca a cualquier precio.

viernes, 5 de octubre de 2012

Red Hot Chili Peppers - Californication (1999)

 
 
 
 
Surgidos a principios de los ochenta en Los Angeles (California), la banda comienza a realizar sus primeras presentaciones en algunos clubes de la ciudad californiana y consiguen en pocos meses un contrato discográfico con la multinacional EMI, lo que les proporcionará una mayor distribución para su música. Paralelamente a la noticia del fichaje por la discográfica británica, dos de los miembros originales, Hillel Slovak y Jack Irons, deciden dejar la banda para unirse a otra (What Is This?) que había firmado por la discográfica MCA (una subsidiaria de Universal). Anthony Kiedis y Michael Balzary (apodado Flea), cantante y bajista respectivamente, deciden no disolver la banda y buscar a nuevos miembros para la grabación de su primer disco. Para el segundo disco Slovak vuelve a la banda y Irons hace lo propio para el tercero. Slovak muere de sobredosis al año siguiente (1988) de la publicación del tercer álbum y Irons abandona la banda de forma definitiva. Kiedis acude a un centro especial para desintoxicarse de su adicción a las drogas (que casi le cuestan la vida, al igual que su compañero Slovak). La banda parece poner rumbo hacia su autodestrucción, pero consiguen salir adelante con la llegada de dos nuevos miembros: Chad Smith a la batería y Dave Frusciante a la guitarra. Con ellos consiguen el ascenso definitivo hacia el éxito mundial, publicando dos de sus mejores discos de forma consecutiva: Mother's Milk (1989) y Blood Sugar Sex Magic (1991), este último será el primero con su actual discográfica (Warner). Desafortunadamente Dave Frusciante inicia la primera salida de la banda, siendo sustituido por Dave Navarro para la grabación de su siguiente disco (One Hot Minute, 1995).
Finalmente, con la llegada del año 1998, Frusciante regresa a la banda tras haber publicado dos discos en solitario y sustituir a un Dave Navarro que había acabado agotado con los propios miembros de la banda, debido a diversas disputas y diferencias con los mismos. La propuesta de volver al grupo para Frusciante venía del bajista Flea, que desaba su retorno a pesar de que el propio Dave había tenido problemas con las drogas desde hace unos años. La banda, nuevamente reunida con su formación clásica, entra a grabar el que será su sexto álbum de estudio: Californication. Con este nuevo disco, el grupo baja la velocidad en algunos temas, centrándose principalmente en la melodía y desprendiendo sensación de tristeza en muchas de sus composiciones. Es el disco que definitivamente consagra a la banda a nivel mundial, consiguiendo sonar todos sus singles en un buen puñado de radios de todo el mundo. Buena parte de ese éxito comercial se debe a la producción de Rick Rubin. Californication supone para algunos de sus fans su último gran trabajo y el comienzo de un periodo puramente comercial, para otros una nueva etapa, mucho más accesible y con discos que todavía siguen ofreciendo muy buena calidad. Sea de una forma o de otra, lo único seguro es que este disco supuso un antes y un después para la banda.

viernes, 28 de septiembre de 2012

The Killers - Battle Born (2012)

 
 
 
 
La banda originaria de Las Vegas regresa tras cuatro años de parón para ofrecernos su cuarta entrega discográfica. Entre medias (concretamente en el año 2010), su vocalista Brandon Flowers decidió tomarse un respiro y publicar Flamingo, su primer larga duración en solitario. El bajista Mark Stoermer también aprovechó para sacar su primer álbum en solitario, publicado en 2011. La carrera de The Killers ha ido en constante ascenso desde que publicasen en 2004 su primer disco (Hot Fuss) y saboreasen las mieles del priemr éxito gracias a singles como Mr. Brightside, Somebody Told Me o All These Things That I've Done. Su sonido también ha ido sufriendo una transformación, pasando por el rock alternativo, el post punk revival y el indie de sus primeros dos discos (Hot Fuss y Sam's Town) hasta llegar a desarrollar un pop electrónico  desde su tercer trabajo (Day & Age). Sería con este último cuando se produciría su confirmación definitiva y el éxito a nivel mundial, habiendo tenido un importante éxito en años anteriores tanto en su país natal como en el Reino Unido.
Battle Born supone una continuación lógica y natural desde la publicación de Day & Age. Aunque retoman elementos de sus primeros años, lo cierto es que este cuarto trabajo sigue una línea más cercana a su predecesor, siendo el pop electrónico con raíces ochenteras la tónica que predomina en casi toda la duración del disco. El nombre de este nuevo trabajo proviene de los estudios de grabación que posee la banda en Las Vegas y que tienen el mismo nombre que el título del susodicho álbum. La grabación resultó ser tensa, tras un largo parón. Los componentes comenzaron a acudir al estudio a finales del año pasado y no sabían muy bien si estaban yendo por el camino correcto. Según Flowers, la composición de los temas Runaways y Miss Atomic Bomb supusieron un punto de inflexión para formar la columna vertebral del nuevo disco y despejar las posibles dudas que puediesen quedar sobre el rumbo de la banda. También hay que comentar que este álbum tiene hasta cinco productores diferentes, algo no previsto por la banda pero que resultó ser realidad debido a las complicaciones con el calendario.
 

viernes, 7 de septiembre de 2012

AC/DC - Back in Black (1980)

 
 
 
 
Año 1980. AC/DC son una de las grandes bandas de rock a nivel mundial. Surgidos en Australia a principios de la década de los setenta, con una formación en la que se incluían tanto músicos australianos como británicos (los hermanos Young, originarios de Escocia), su ascenso comienza en la segunda mitad de dicha década. Tras más de cinco años de éxitos el comienzo de la nueva década depara una tragedia que casi acaba con la propia banda: la muerte de su vocalista Bon Scott. El alma del grupo, junto con el guitarrista Angus Young, fallece el 19 de abril debido a una intoxicación etílica. Los rumores apuntan a un ahogamiento del cantante mientras vomitaba el alcohol ingerido durante una noche llena de excesos (años más tarde se afirmó que eso no era cierto). La noticia conmociona al mundo del rock y presenta al resto de la banda en un mar de dudas para continuar adelante con la formación. Mencionar, en relación con este suceso, que meses más tarde, dentro del mismo año, fallecerá otro rockero, en esta ocasión por aspiración de vómito: John Bonham, batería de Led Zeppelin.
Pocos meses después de la muerte de Scott, la banda decide continuar adelante con el proyecto y recluta a Brian Johnson, ex vocalista británico de la banda Geordie y uno de los cantantes que más gustaban a Bon Scott (casualidades de la vida). Con todos los miembros dispuestos a seguir adelante, la banda graba en un estudio de las Bahamas el que será su siguiente disco de estudio tras la publicación, un año antes, de Highway to Hell. La clara intención, desde el primer momento, es rendir un homenaje al fallecido Scott. El nuevo album es un éxito total al ser publicado, con cinco semanas seguidas liderando las listas de éxitos en Estados Unidos y manteniéndose en el Top 10 durante otras veinte semanas más (131 en el Top 40). Al año de su publicación ya había vendido 5.000.000 de copias sólo en Estados Unidos. Tras más de 30 años desde su salida, es uno de los tres discos más vendidos de la historia, junto con Thriller de Michael Jackson y The Dark Side of the Moon de Pink Floyd, superando los 50.000.000 de copias.
 

viernes, 31 de agosto de 2012

The Darkness - Hot Cakes (2012)

 
 
 

Tras un largo periodo de separación, desde el año 2006 y en gran parte debido a la adicción que tuvo el cantante Justin Hawkins a las drogas con su posterior rehabilitación, los británicos The Darkness volvieron a reunirse el pasado año para comenzar una serie de conciertos antes de embarcarse en la grabación de su tercer álbum. 2005 fue el año de publicación de su último larga duración, One Way Ticket to Hell...and Back, un disco que supuso un pequeño paso atrás con respecto a su álbum debut, el exitoso Permission to Land, del cual se extrajeron temas como I Believe in a Thing Called Loved o Love Is Only a Feeling y que supuso un relanzamiento del hard rock en su sonido más setentero (AC/DC, Aerosmith, Queen, Led Zeppelin, Deep Purple o T-Rex, entre otros). Lo cierto es que el segundo trabajo no supuso el éxito del primero, ni siquiera las buenas expectativas que se esperaban de él. Con todo, la banda se embarcó en la gira de presentación del mismo y apenas duró un año ya que, como se ha comentado antes, Justin Hawkins comenzó una fase de enganche a las drogas de la que tardaría años en rehabilitarse.
La disolución de la banda, propició el nacimiento de otra (Stone Gods) con componentes de The Darkness, como su hermano Dan Hawkins o el sustituto de Justin, Richie Edwards, y con la grabación de un único álbum, el cual tuvo poco éxito. Poco tiempo después de la formación de Stone Gods, Justin Hawkins, ya rehabilitado prácticamente de su adicción a las drogas, forma la banda Hot Leg de la cual se publica también un único disco, pasando con más pena que gloria en las listas británicas. Finalmente, a finales del año 2010, surgen los rumores de una posible vuelta de la formación original de The Darkness para una serie de conciertos y un posible nuevo disco. Los rumores se hacen realidad a principios del 2011 y los miembros originales, con Justin Hawkins al frente, se reúnen para una serie de conciertos y con el planteamiento de publicar un nuevo trabajo para el año siguiente. Tras la vuelta a los escenarios, la banda se mete en el estudio del guitarrista y hermano de Justin, Dan Hawkins, para grabar éste que es su tercer trabajo.
 

viernes, 10 de agosto de 2012

Judas Priest - Sad Wings of Destiny (1976)





Si Black Sabbath es considerada como la primera banda de metal la historia, la siguiente en seguir su legado es Judas Priest. El metal de Black Sabbath tenía todavía un sonido primitivo, muy cercano al blues y al hard rock pero que resultaba oscuro y pesado con respecto a lo que hasta entonces se había podido escuchar. Judas Priest consiguió captar ese sonido y llevarlo a un nuevo nivel, mucho más técnico y rápido, sobre todo a partir de la década de los ochenta. Además también se suele asociar a estos últimos como la banda referente en cuanto a la estética propia del movimiento heavy (chupas de cuero, que ya utilizaban los Sabbath en sus inicios, y muñequeras y cinturones con pinchos). Entonces, si Black Sabbath estableció las bases del género metal y por tanto abrió el camino, Judas Priest las pulió hasta crear el sonido del heavy metal más clásico y que posteriormente utilizarían otras bandas británicas, de principios de la década de los ochenta, como Iron Maiden, Motörhead, Def Leppard o Saxon.
El álbum que hoy nos ocupa se trata del segundo larga duración de la banda de Birmingham. Su primer disco, titulado Rocka Rolla (1974), tenía un sonido más cercano al hard rock clásico, que podía realizar Led Zeppelin, junto con tintes de rock progresivo, que durante aquellos años era uno de lo movimientos más importantes en el mundo del rock. Finalmente la banda no quedó muy satisfecha con el sonido de ese primer álbum y decidieron darle un lavado de cara para el siguiente. La base de hard rock se mantiene en este segundo disco, pero el grupo va más allá y, teniendo en cuenta la enorme influencia que había ejercido Black Sabbath, ejecutan riffs pesados y técnicos (aunque todavía algo lejos del nivel que mostrarían en años posteriores) y una voz (la de Rob Halford) capaz de llegar a entonar notas muy agudas, una de las características del heavy metal de corte más clásico. Este segundo disco supuso el lanzamiento definitivo de los Judas Priest hacia el estrellato, siendo el número de ventas muy superior al de su primer trabajo y captando la atención de una discográfica de la talla de Columbia. A partir de ese momento llegarían las grandes giras mundiales, el éxito masivo y la inscripción con letras de oro en la historia del metal.

viernes, 6 de julio de 2012

Linkin Park - Living Things (2012)





Vuelven a escena los californianos tras apenas dos años desde la publicación de su último larga duración (A Thousand Suns). Los últimos años de la banda han sido una constante en la búsqueda de un sonido bastante alejado del nu metal que desarrollaron en sus primeros dos discos (Hybrid Theory y Meteora). Y es que Linkin Park comenzó siendo una banda referente en aquel movimiento musical de principios de la última década, un movimiento que combinaba influencias del metal, del rap y de la electrónica y ofreciendo temas simples, melódicos y potentes pero perfectos para las radiofórmulas de entonces. Tras la publicación del segundo álbum (Meteora), la banda se embarcó en una extensísima gira de conciertos y en un periodo de descanso posterior hasta que volvieron al estudio cuatro años después para publicar Minutes to Midnight, un tercer álbum en el que la banda comenzaba a distanciarse del sonido metalero de sus inicios para empezar a desarrollar un sonido mucho más cercano al pop y al rock alternativo con tintes electrónicos. Fueron muchos los seguidores que acusaron al grupo de haberse vendido, lo cierto es que ya desde sus inicios la formación era una banda hecha para el gran público (su primer álbum es todavía el debut más vendido de la pasada década con cerca de 30.000.000 de copias vendidas a nivel mundial) y el sonido nu metal estaba ya en decadencia. Con su cuarto disco de estudio (A Thousand Suns) la banda fue mucho más allá: el rock alternativo apenas existía y tomaron la decisión de realizar un álbum conceptual con la electrónica como género predominante en su sonido. A Thousand Suns suponía una ruptura total con su pasado y una búsqueda acelerada en un nuevo sonido. El resultado fue un disco disperso y en el que no se sentía apenas unidad entre sus temas, lleno de prescindibles y cortos intermedios entre algunos temas y un intento por querer abarcar varios estilos (aunque el predominante era el electrónico) pero sin un resultado del todo aceptable.
Tras esa experiencia que supuso crear A Thousand Suns, la banda ha decidido volver a sus orígenes. No obstante no han vuelto al sonido metalero de sus inicios, ni mucho menos. Han decidido plasmar toda su carrera en un disco mucho más sencillo y directo. La primera parte podría considerarse, en esencia que no en sonido, como una vuelta a la forma de hacer canciones de sus primeros dos discos. La segunda se remite a la experimentación y al uso del sonido más reciente de la formación. El álbum ofrece una mejor visión de Linkin Park en su primera parte: temas directos, unos más potentes que otros (aunque el calificativo de potente viene más agenciado a la electrónica que al rock), pero manteniendo más o menos la esencia de los californianos (la esencia, que no el sonido de antaño). En opinión de un humilde servidor, me gusta menos este sonido que realiza hoy en día la banda. No lo llego a considerar de mala calidad (salvo algún que otro tema de sus últimos años) pero está claro que han querido realizar una "evolución" demasiado acelerada, queriendo probar con varios estilos y no llegando a desarrollar todo su talento. Living Things, por tanto, es un álbum mejor desarrollado que A Thousand Suns e incluso que Minutes to Midnight, pero no termina de cuajar del todo y ofrece una primera parte bastante potable y una segunda en la que el nivel baja bastante. La banda ha ido de más a menos, en cuanto a calidad compositiva, y parece que ha recuperado algo de crédito con esta última entrega, pero lo cierto que es que pienso que podrían ofrecer algo más que lo que vienen ofreciendo en sus últimos tres discos. Veremos a ver lo que les sigue deparando el futuro.

viernes, 29 de junio de 2012

King Crimson - In the Court of the Crimson King (1969)





Los orígenes del rock progresivo se remontan a la música clásica (sobre todo a la compuesta a principios del siglo XX). No cabe duda de que figuras como Bartók, Debussy, Schönberg o Stravinski inspiraron a la gran mayoría de compositores del rock progresivo. También hay que mencionar al jazz como uno de los géneros más influyentes en el posterior desarrollo de este subgénero del rock. Aunque esas son las primeras fuentes para la formación del rock progresivo, es a finales de los años sesenta (con el rock como género musical totalmente establecido) cuando se produce el nacimiento del subgénero. Bandas como The Beatles, The Moody Blues o Bob Dylan componen piezas cuya instrumentación (basada en el uso de instrumentos ajenos al mundo del rock y estructuras más complejas) y letras sirven para ayudar a plantar esa primera semilla progresiva. Sin embargo, un disco es considerado como el primero que realmente abre el camino al mundo del rock progresivo y sinfónico para convertirse en uno de los referentes dentro del género: In the Court of the Crimson King, el álbum debut de la banda británica King Crimson.
Formados en 1969, en Londres, King Crimson es considerada como la primera banda de rock progresivo de la historia. La formación inicial estuvo compuesta por Greg Lake (bajo y voz), Robert Fripp (guitarra), Michael Giles (batería), Ian McDonald (teclados e instrumentos de viento) y Peter Sinfield (letras). Este primer disco supuso toda una revolución en el mundo del rock, apartándose de las composiciones más básicas y creando un cojunto de sonidos y estructuras que apenas se habían escuchado hasta entonces. La base de una banda de rock (guitarra, bajo y batería) se funde con instrumentos como el melotrón (una de las señas de identidad del rock progresivo) o instrumentos de viento como la flauta, el clarinete o el saxofón. Los instrumentos clásicos de cuerda como violines o cell también suelen aparecer en las composiciones, demostrando también que la relación con la música clásica no era una mera casualidad. Con estas premisas y el uso de una letras llenas de reflexiones filosóficas o de referencias a mundos fantásticos, el rock progresivo incia su camino para convertirse en todo un subgénero referente del rock. Junto a King Crimson, bandas como Pink Floyd, Genesis, Yes, Jethro Tull o Emerson, Lake (ex componente de King Crimson) and Palmer dominarán, sobre todo, la primera década de los setenta.

viernes, 8 de junio de 2012

Slash - Apocalyptic Love (2012)


 


Dos años ha tardado Slash en ofrecernos su segundo disco en solitario. Atrás han quedado los discos de sus proyectos paralelos como Snakepit, Velvet Revolver y, por supuesto, Guns N' Roses (banda que abandonó hace casi veinte años). El primer álbum supueso toda una grata sorpresa para la escena rockera en abril de 2012. Lo que parecía convertirse en un mero proyecto de colaboraciones, sin demasiadas espectativas, con artistas de la talla de Chris Cornell (Soundgarden, Audioslave), Ozzy Osbourne (Black Sabbath), Dave Grohl (Nirvana, Foo Fighters), Alice Cooper, Iggy Pop, o Lemmy Kilmister (Motörhead), acabó convirtiéndose en un álbum lleno de muy buenos temas e interpretaciones destacadas por parte de Slash y sus colaboradores, además de un éxito a nivel de ventas mundiales. Destacar también que tres de sus compañeros, en la formación original de Guns N' Roses, participaron en la grabación del disco. Contretamente fueron Izzy Stradlin (guitarra), Steven Adler (batería) y Duff McKagan (bajo). Este primer trabajo contaría con una participación especial, que acabaría siendo la voz en este segundo álbum: Myles Kennedy (Alter Bridge).
Kennedy aportó su característica voz en dos de los catorce temas del primer disco. Para este segundo, Slash pensó exclusivamente en él para interpretar todos y cada uno de sus temas, ya que Myles había sido el vocalista de la gira de presentación del álbum homónimo del guitarrista. Además ha contado con la participación de dos músicos, ambos bajo el nombre de The Conspirators: Todd Kerns, al bajo, y Brent Fitz, a la batería. El sonido del primer disco era variado (en cuanto los registros de los artistas) aunque tratando de conseguir, en esencia, un disco de rock. Este segundo continúa con la misma fórmula, contando con la colaboración principal de un valor seguro a la voces como es Myles Kennedy y con mucha calidad en la gran mayoría de las composiciones. Slash, uno de los más grandes guitarristas de la historia, continúa su andadura con buen pie y promete seguir ofreciéndonos buena música en los próximos años. ¿Será también con una posible reunión con Axl Rose y el resto de sus ex compañeros? Quién sabe si esa posibilidad se hará realidad algún día.
 

viernes, 1 de junio de 2012

Audioslave - Audioslave (2002)





A finales del año 2000, Zach de la Rocha anunciaba su abandono como vocalista de la banda Rage Against the Machine. El resto de miembros del grupo (el guitarrista Tom Morello, el bajista Tim Commerford y el batería Brad Wilk) decidieron buscar un nuevo cantante para poder seguir con el proyecto. Nombres como el de B-Real (Cypress Hill) fueron escogidos para las audiciones, pero lo que buscaba la banda era algo totalmente diferente a lo que de la Rocha había aportado al grupo (un estilo vocal rapero). Tras varias pruebas realizadas, el productor Rick Rubin les recomendó a Chris Cornell (antiguo vocalista de Soundgarden, banda que había anunciado su separación cuatro años antes). Finalmente Cornell fue el elegido, asegurando Rubin, que con él a las voces, RATM serían una banda mucho más grande que con de la Rocha. No obstante, el nuevo proyecto no continuaría bajo el nombre de RATM sino bajo el de Audioslave. El nombre de Audioslave surgió de una idea repentina de Cornell. Nombre que fue aceptado inmediatamente por el resto de componentes, asegurando que fue la única opción que barajaban en ese momento. Curiosamente, otra banda (originaria de Liverpool) tenía el mismo nombre y al final consiguieron llegar a un acuerdo para que los Audioslave estadounidenses pudiesen utilizarlo pagándoles una suma de dinero a los ingleses.
El álbum homónimo de Audioslave salió a la venta en noviembre de 2002, consiguiendo vender en su primera semana 162.000 copias y entrando en la lista de ventas Billboard 200 en el séptimo puesto. El número de copias vendidas de este primer trabajo es hasta la fecha de 3.000.000, despachadas solamente en los Estados Unidos. A pesar de este éxito comercial, el disco recibió críticas variadas por parte de la prensa especializada, definiéndolo algunos como un disco "predecible", "carente de inspiración", "un completo sinsentido en sus letras" o "un producto de rock sintetizado que no transmite calor" (en alusión a la producción realizada por Rick Rubin). Sea como fuere, el supergrupo consiguió bastante éxito y todavía tuvo cuerda para realizar otros dos álbumes más antes de su separación definitiva (por problemas personales y diferencias musicales entre los miembros, sobre todo por parte de Cornell) de la escena musical en el año 2007.

viernes, 18 de mayo de 2012

Storm Corrosion - Storm Corrosion (2012)





La relación entre Mikael Åkerfeldt (Opeth) y Steven Wilson (Porcupine Tree) lleva gestándose desde que este último produjese el  quinto álbum de los suecos, Blackwater Park, allá por el año 2001. Desde entonces, la relación ha ido acrecentándose y Wilson ha intervenido en casi todas las producciones de Opeth hasta la fecha. Siempre se llegó a pensar que algún día unirían sus fuerzas para componer temas destinados a un proyecto común. Se rumoreaba también que el ex batería de Dream Theater, Mike Portnoy, formaría parte de esa supuesta colaboración pero finalmente no ha sido así. Quedando los dos músicos como únicos integrantes del proyecto musical, comenzaron a reunirse para escuchar música, beber vino y hablar largo y tendido sobre la posibilidad de crear algo original o, al menos, alejado del estereotipo sonoro que definía a cada uno de ellos en sus respectivas bandas. Estas primeras reuniones sucederían a principios del año 2010, para un año más tarde estar inmersos en la grabación de los temas que conformarían el debut del proyecto.
El resultado final ha sido definido por los propios artistas como la tercera parte de la trilogía iniciada por el último álbum de Opeth, Heritage, y continuada por el segundo álbum en solitario de Wilson, Grace for Drowning. Habiendo escuchado estos dos últimos discos, uno se dispone a hacer lo mismo con el de este proyecto y, aunque se noten ciertas influencias de los anteriores, no deja de desprender algo bastante diferente a lo realizado hasta ahora por Åkerfeldt y Wilson. Si hubiese que definir este disco y, sobre todo, encasillarlo en un género determinado, la tarea sería ardua. El álbum contiene elementos de rock progresivo (aunque el rock no sea aquí el género, ni mucho menos, predominante), arreglos orquestales (gracias a la participación de instrumentos clásicos de cuerda y de viento-madera) y mucha presencia acústica. En definitiva: un álbum de difícil digestión para el oyente, con partes bellas y partes oscuras, pero lleno de gran calidad y originalidad.

viernes, 27 de abril de 2012

Iron Maiden - The Number of the Beast (1982)





A finales del año 1981, Iron Maiden comenzó a gestarse como una de las bandas referentes del heavy metal mundial. Tras la publicación de sus dos primeros discos, Iron Maiden y Killers, la agrupación londinense gozaba de un buen estatus que se acrecentaría con el paso de los años. No obstante había un problema que podía estropear todas aquellas ilusiones por hacer a la banda mucho más grande: Paul Di'Anno. El cantante empezó a encontrar en el alcohol y en las drogas, la respuesta para paliar su estado de infelicidad y depresiones ante los numerosos conciertos que estaba empezando a realizar la banda. En más de un concierto salía al escenario en un estado lamentable y el resto de miembros (sobre todo el bajista y fundador del grupo, Steve Harris) llegaron a pensar que acabaría con la propia formación. La consecuencia, como no podía ser de otra manera, fue la expulsión del propio cantante. Inmediatamente la banda realizó audiciones para encontrar a un sustituto y poder preparar el material para el siguiente disco. Finalmente el elegido fue Bruce Dickinson, ex-vocalista de Samson. Samson era una banda de relativo éxito en el Reino Unido y con la cual llegaron a tener algunos problemas los miembros de Iron Maiden. Aunque al principio el manager del grupo, Rod Smallwood, se resiste a la contratación de Dickinson, finalmente acepta la proposición de Harris tras ver al vocalista durante un concierto de Samson en el Reading Festival, un mítico festival británico.
Con todo resuelto, la banda se pone manos a la obra para, entre finales de 1981 y principios de 1982, grabar los nuevos temas que compondrán The Number of the Beast. Una grabación no exenta de extraños sucesos, según la prensa británica, como el encendido y apagado de luces sin motivo alguno, rotura del equipo de grabación.....y el más sorprendente de todos: el accidente de coche del productor (sin consecuencias mortales), Martin Birch, contra un autobús lleno de monjas y el posterior pago de las reparaciones, cifrado en 666 £. Sorprendente o no, verdad o mentira, lo cierto es que con la publicación de su tercer álbum la banda consiguió la confirmación necesaria a nivel mundial. Consiguieron su primer número uno en unas listas (las británicas concretamente) y, desde entonces hasta hoy, la cifra de ventas se ha situado en unos 14.000.000 de copias mundiales. Una extensa gira por todo el globo terráqueo acabó por debilitar al batería Clive Burr, que abandonaría el grupo a finales del año 1982 y sería sustituído por el, desde entonces, batería Nicko McBrain. La leyenda de "la doncella de hierro" no había hecho más que comenzar.

viernes, 6 de abril de 2012

The Mars Volta - Noctourniquet (2012)





The Mars Volta son una formación que nunca se ha conformado con cualquier cosa. Como buena banda progresiva, siempre han intentado componer canciones que tuviesen elementos diferentes al resto y que no se encasillaran con cada nuevo trabajo. Desde luego la palabra experimentación ha sido su sello de identidad. Todos los discos de la formación americana (de origen latino para algunos componentes) son diferentes entre sí, aunque todos mantienen una misma esencia. En 2003 publicaron su debut, el genial De-Loused in the Comatorium, y desde ese momento se podía apreciar que no eran una banda cualquiera. Temas de mayor o menor duración, con mayor o menor intensidad pero que formaban un conjunto perfectamente engrasado. En 2005 publican el que, para un servidor, es su mejor trabajo: Frances the Mute. Un álbum conceptual (el segundo tras su debut) compuesto por cuatro temas de larga duración y uno (The Widow) que llegó a convertirse en una de las canciones más radiadas por las emisoras estadounidenses de rock. En 2006 le tocó el turno a su tercer disco: Amputechture. Este tercer trabajo parecía una mezcla entre sus dos predecesores, aunque también contendría elementos diferenciadores con respecto a ellos. Sus dos últimos trabajos (sin incluir el que nos ocupa en esta ocasión), publicados en 2008 y 2009 respectivamente, supondrían una pequeña partida con respecto al sonido de los inicios: The Bedlam in Goliath fue un disco surgido tras un proceso de grabación bastante alocado, bastante influenciado por las drogas y en el que llegaron a usar una güija. El resultado final contendría canciones de corta duración y con bastante adrenalina, sin apenas dejar tiempo para el descanso del oyente. Octahedron supondría, en palabras de las dos mentes de la banda (Omar Rodríguez-López y Cedric Bixler-Zavala), la consideración de lo que ellos entendían por disco acústico. Aunque en la práctica no lo parezca del todo.
Con su nuevo trabajo, grabado hace unos tres años pero publicado en éste, la búsqueda de la banda por no sonar parecida a sus anteriores trabajos vuelve a tomar un nuevo giro. En esta ocasión el elemento diferenciador no es otro que el uso de la electrónica. La partida del teclista Isaiah "Ikey" Owens supuso un punto de inflexión, ya que apenas encontramos restos de su trabajo en los anteriores álbumes. El uso de teclados y órganos vintage se cuenta por muy pequeñas dosis, prácticamente inapreciables, en detrimento de bases electrónicas y efectos sonoros para servir de fondo a los temas. Personalmente lo considero un sexto trabajo disperso, con muy buenos momentos y con otros no tan buenos, pero lleno de buena calidad en su conjunto. Seguramente a los fans del sonido más clásico de The Mars Volta no les habrá hecho demasiada gracia este nuevo paso. No obstante, siempre he defendido que un músico tiene que componer la música que a él le apetezca componer en un determinado momento, aunque también sabiendo de dónde viene.

viernes, 23 de marzo de 2012

Pearl Jam - Ten (1991)





El año 1991 fue, sin lugar a dudas, el más productivo de toda la década de los noventa. Durante ese año se llegaron a facturar discos de gran calidad en el mundo del rock. Nirvana publicó Nevermind, Metallica su álbum homónimo (también conocido como Black Album), Guns N' Roses su Use Your Ilusion en dos partes, Red Hot Chili Peppers su Blood Sugar Sex Magic, U2 su Achtung Baby, R.E.M. su Out of Time.....todos ellos clásicos de aquella década, aunque también hay que nombrar un lanzamiento que supuso el debut de una de las formaciones más representativas del género grunge: Pearl Jam. Los orígenes de la formación se remontan a finales de los ochenta, cuando el guitarrista Stone Gossard y el bajista Jeff Ament tocaban juntos en una pionera banda llamada Green River. Después de la disolución de Green River en 1987, Ament y Gossard tocaron juntos en Mother Love Bone. La carrera de Mother Love Bone se vio truncada por la muerte por sobredosis de su cantante Andrew Wood en 1990, poco antes del lanzamiento de su álbum debut, Apple. Debido a esto, Gossard y Ament tardaron meses en volver a querer tocar juntos, además de hacer que la música de Gossard de los meses siguientes se volviera más oscura que la previa. Entre aquellas primeras composiciones (que darían lugar a una primera demo instrumental), surgió la figura de un californiano aficionado al surf: Eddie Vedder. Vedder escuchó esas piezas instrumentales y se animó a ponerles letra y voz. El resultado debió convencer al resto de los integrantes ya que en menos de un año estaban grabando este primer álbum y con el nombre provisional de Mookie Blaylock. Otras bandas como Nirvana, Alice in Chains y Soundgarden (probablemente las más importantes del género junto con Pearl Jam) hacían estallar a las masas de jóvenes adolescentes aficionados al rock. El grunge se había convertido en una realidad.
El disco contiene algunos de los temas más representativos de aquellos primeros años de la década. Temas generacionales que influyeron bastante en las personalidades de la juventud (sobre todo la americana). Letras llenas de ambientes depresivos y asfixiantes, incluso en algunos momentos llegando a ser desagradables, pero también con espacio para el optimismo y la vida. Algunos de los temas subjetivos que trata el disco son la depresión, el suicidio, la soledad, la pobreza o el asesinato. La profunda voz de Vedder, alternando solidez y vibrato, contribuyó de manera decisiva a establecer el sonido del grupo y a ser uno de los estandartes del grunge. El último género del rock con un importante éxito comercial en los Estados Unidos.

viernes, 24 de febrero de 2012

Van Halen - A Different Kind of Truth (2012)





Primer álbum de los californianos en 14 años y séptimo con su vocalista original, David Lee Roth, tras 28 años de ausencia. La formación original ha vuelto a reunirse, a excepción de su bajista Michael Anthony, quien lleva 8 años apartado de la banda y que ha sido sustituido desde entonces por Wolfang Van Halen (hijo del guitarrista Eddie Van Halen y sobrino del batería Alex Van Halen). Los americanos son, sin duda alguna, una de las grandes formaciones surgidas en la historia del hard rock. Formados a principios de los años setenta, consiguieron arrancar su carrera con un estupendo disco debut (uno de los mejores que he podido escuchar hasta el momento) y afianzarlo con un buen puñado de éxitos cosechados, sobre todo, en la década de los ochenta (tanto en la etapa con David Lee Roth como con la de Sammy Hagar, ambos como vocalistas).
La espera finalmente ha valido la pena. La banda muestra un estupendo estado de forma, tanto en la labor instrumental como en la vocal. Para la ocasión han querido renovar algunos temas que compusieron antes de sacar su primer disco (Van Halen de 1978), y que finalmente fueron descartados, junto con otros totalmente nuevos. El sonido original de Van Halen sigue estando muy presente en este nuevo trabajo: melodías adictivas, guitarras poderosas y mucha contundencia. Aunque pudiese haber algún tipo de duda sobre esta vuelta a los escenarios, desde luego han quedado disipadas con este disco. Si bien tampoco será considerado como uno de los mejores discos de la banda (su mejor época ya pasó, hay que admitirlo), se trata de un más que digno regreso. Ya sólo toca esperar para ver si se pasan por nuestro país y poder disfrutar de su potente directo.

viernes, 27 de enero de 2012

Pink Floyd - The Dark Side of the Moon (1973)





El octavo álbum de estudio de la formación británica supuso su lanzamiento definitivo hacia el gran público después de una serie de discos con fuerte presencia experimental y con los que poder investigar y definir un sonido propio y original con respecto al del resto de bandas coetáneas. Desde su lanzamiento, la obra ha vendido cuarenta y cinco millones de copias alrededor del mundo, convirtiéndose en el tercer álbum más vendido de la historia (solamente superado por Thriller de Michael Jackson y Back in Black de AC/DC). La publicación de esta obra marcaría también el inicio por crear discos conceptuales (discos que giran en torno a una historia o un tema en concreto), en este caso para describirnos distintas situaciones que afectan al ser humano como la muerte, la vejez o la avaricia. Lo cierto es que la banda formada por Roger Waters (bajo y voz), David Gilmour (guitarra y voz), Richard Wright (teclados y voz) y Nick Mason (batería) consiguió poner a su octava obra discográfica en boca de todos los amantes, no sólo del rock sino de la música en general. El resto forma parte, con letras mayúsculas, de la historia del rock.
En cuanto al sonido de este álbum, se puede apreciar un cambio notorio con respecto a sus anteriores trabajos. Con su álbum debut (The Piper at the Gates of Dawn) comenzarían a ganarse una creciente fama en el Reino Unido, gracias a un sonido original y muy influenciado por la escena psicodélica de finales de los años 60. Tras la marcha de Syd Barrett (líder y uno de los fundadores del grupo), debida al excesivo consumo de sustancias estupefacientes, la banda reclutó al guitarrista David Gilmour y con él comenzaron a crear una serie de álbumes experimentales con los que poder investigar y evolucionar en su original propuesta musical. Así conseguirían sacar estupendos trabajos como A Saucerful of Secrets, Atom Heart Mother o Meddle. No obstante, el sonido en The Dark Side of the Moon se vuelve algo más accesible (que no comercial aunque las ventas digan lo contrario) para el oyente, con respecto a los anteriores trabajos de la banda, y cuenta con una producción mucho más cuidada.